Navidad (25 de Diciembre)
El mundo cristiano rebosa de alegría y amor al recordar este día el nacimiento de Jesús.
Todos los años al acercarse la navidad, a alegría inunda los corazones infantiles y de todos los hombres, pues esta fecha trae la BUENA NUEVA a todas las almas, sin distinción de razas, de edad o de rango social.
La escena de la Navidad es el símbolo vivo de la eterna alianza entre lo bajo y lo año, entre la tierra y el cielo, entre los animales y el hombre, entre el hombre y todos los hombres, entre los hombres y Dios.
Según la historia cristiana el niño Jesús nace en un pesebre de la ciudad de Belén, su cuna fue la misma hierba que utilizaban para comer y reposar los animales del establo. Es asi como San Francisco, basado en este episodio bíblico de humildad y sencillez llevó a cabo el primer pesebre de a tradición navideña. Esto ocurrió en Italia con personajes y animales vivos. Los propios habitantes de la aldea representaron a José, Maria y los pastores; era el año de 1224. Desde entonces ha venido la idea de reconstruir con figuras, las escenas del nacimiento de Cristo.
La costumbre de dar regalos en esta fecha, tiene relación con los regalos que ofrecieron al recién nacido los tres Reyes Magos; GASPAR, MELCHOR y BALTASAR, estos regalos consistieron en oro, incienso y mirra, la humanidad mortal.
En cada navidad las familias cristiana entonan este canto con mucha alegría y devoción, porque Jesús está con nosotros para entregarnos su amor.
Navidad es tiempo de amor, de paz, de reflexión y de encuentro con nuestro salvador, es decir, el encuentro con nosotros mismos.
El mundo cristiano revive cada fin de año la conocida y tierna historia, aunque, en la actualidad completamente comercializada, el espíritu navideño brilla en nosotros.
Hoy la conciencia humana, materializada al extremo, solo ve en la navidad, al momento propicio para dar y recibir regalos, tomar el mejor vino, servirse a comida más sabrosa o simplemente convertirse la comida más sabrosa o simplemente convertirse en espectador de la comedia, en la que pueden actuar solamente los privilegiados antes que rendir culto al reconocimiento bíblico que anuncio la venida de Cristo.
Lo cierto es que una navidad no se resuelve con regalar caramelos a los niños pobres, un 24 de Diciembre, se manifiesta cuando despertamos la conciencia y encontramos que somos capaces de perdonar a quien nos hizo daño, de olvidar los rencores de antaño de abrigar al más humilde, de consolar, querer, respetar, dar de comer y beber a quien lo necesita, pero no solo en esta fecha sino siempre, todos los días. Asï encontraremos el sosiego espiritual que tanta falta nos hace y que no podemos comprar en los almacenes. No olvidemos jamás que esta es una fiesta de paz y amor, es la dulcísima fiesta de la Unidad Universal.
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